lunes, 29 de julio de 2013

Los Juegos Mundiales

Jóvenes Caleños campeones de
Baile deportivo en la modalidad Salsa
Al momento de escribir esta entrada nos encontramos en la mitad del desarrollo de los Juegos Mundiales Cali 2013 y ya se ha hablado mucho de ellos (no tanto como algunos caleños quisieran); es buen momento para empezar a hacer reflexiones:

En primer lugar, debo confesar abiertamente que nunca estuve de acuerdo con la realización de este evento. Desde el año 2009 cuando se supo la noticia hasta la fecha me pareció un evento costoso e intrascendente para la ciudad; y con pesimismo le auguré pobres resultados. En casos como este me encanta haberme equivocado.

Considero que lo que se ha visto hasta la fecha es para que todos los caleños se enorgullezcan; la ciudad no fue inferior al reto de organizar un gran evento; y la logística hasta ahora ha salido casi perfecta. Otro hecho para destacar es la apropiación por parte de los ciudadanos de las justas, colmando las graderías bien sea por solo curiosidad o por la convicción de apoyar el certamen que se desarrolla en su tierra.

Sin embargo, no todo es color de rosa. Ya es vox populi el infortunado error ortográfico en las medallas; y por mi experiencia en Diseño Gráfico soy plenamente consciente de que errores como este pueden pasar (a mí me han pasado también), sin embargo si el error hubiese sucedido en los folletos, volantes o cualquier otro material publicitario del evento, fácilmente se puede corregir y olvidar; pero… ¿en las medallas? es el colmo de la mala suerte.

Las redes sociales (que se volvieron fuente primaria de los periodistas para redactar una noticia) como era de esperarse han hecho eco de este craso error y han salido interesantes y sobretodo divertidas sentencias con el hashtag #WordGames; sin embargo también se han manifestado cientos de caleños furiosos porque les hicieron caer en cuenta del error; y como siempre lo trasladan todo al tema de atacarse por regiones. La reacción airada de muchos caleños realmente lo que ha hecho es magnificado el error, y mostrado un orgullo rabioso por su ciudad que no admite crítica. Estas cosas deben tomarse con humor.

Para concluir, debo reiterar lo equivocado que estaba por no apostarle a unos juegos que significan muy poco para el mundo, pero que por la forma en que se realizaron lo revistieron de gran dignidad y entusiasmo; incluso puede ser un punto de partida para que tomen mayor relevancia a nivel internacional y quien sabe, esta ciudad pudo haber sentado el precedente para que los Juegos Mundiales en Breslavia 2017 tomen una inusitada fuerza a nivel internacional. Lo que si deben revisar muchos caleños exageradamente orgullosos es que no todos los problemas lo resuelven diciendo "Cali es Cali, lo demás es loma".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Defiendo la libertad de expresión, pero también defiendo la comunicación asertiva, por lo que si tu comentario no es para nada productivo, será moderado.